Apuntes del 01/09/22 No Puede Llover Todo El Tiempo
En Orden Autobiográfico.
No Puede Llover Todo El Tiempo.
Basto una plática en mis años mozos de preparatoriano para que se desenmascarará una cruel confesión: nunca había visto El Cuervo.
Así tal cual, sin empacho alguno acepté la falta y de paso supe que me había perdido de “un peliculón” y, peor aún, de un soundtrack lleno de momentos sublimes.
Afortunadamente casi todo tiene solución en esta vida, por lo que pa’ pronto salieron los antídotos al pequeño problema que estaba atravesando: 1) Gumaro (ya saben de quien hablo) me presto el CD correspondiente, y 2) quedo el compromiso para verla en video un día de aquellos en casa del Piojo.
En resumen, la película me hizo alucinar con su historia, la clavadés me llevó a comprar la novela gráfica (aunque suene a cliché, está más buena que la película) y para cerrar con broche de oro, el CD me enseño la importancia de la música que acompañaba la imagen:
The Crow: Al ser el origen de la historia, este álbum era referencia obligada. Una buena selección de bandas que soportaron el concepto, además de una combinación de covers y canciones originales cortesía de The Cure, Nine Inch Nails, Helmet, Rollins Band y varios más. No podríamos esperar otro resultado sino un soundtrack preciso de principio a fin:
Pulp Fiction: Auspiciado por uno de los pilares de la hiperviolencia, Pulp Fiction es el sampler perfecto de lo que podemos esperar de cualquier soundtrack que acompañe una película de Tarantino. Una selección meticulosa que logra la amalgama perfecta entre canciones como Misirlou, que escucharíamos un día cualquier en la radio comercial, y la escena mas dantesca que podamos imaginar:
Singles: No había otra manera de armar un soundtrack para una película de adultos jóvenes con problemas reales y ambientada en Seattle, que con soporte de las bandas originarias de y vigentes en la escena. Harto grunge y hasta bandas ficticias (me declaro fans de Citizen Dick y Cliff Poncier), no podían estar sino rodeados de Alice in Chains, Soundgarden, Screaming Trees e incluso la entonces recién desaparecida Mother Love Bone.
Trainspotting: Choose life, choose a job, choose a career, choose a family, choose a fucking big television… uuuuuf, no hay como olvidar el inicio de dicho peliculón. Por supuesto, el soundtrack no se queda atrás al incluir a Iggy Pop, New Order, Lou Reed, Primal Scream y, por supuesto, Underworld con Born Slippy. El reflejo de la ansiedad vivida por la última generación de jóvenes del siglo pasado, fue más que bien documentado con este disco.
Only Lovers Left Alive: Jim Jarmusch siempre le ha metido galleta a los soundtracks de sus películas y esta no podía ser la excepción. Una forma fantástica de acompañar una historia de vampiros de los que no son de novela adolescente. Para mi gusto, Jarmusch se lució por partida doble ya que el soundtrack está primordialmente integrado por interpretaciones de su banda SQÜRL.
The Magical Mistery Tour: Si bien no fue el primer soundtrack en el que se vieron envueltos los Beatles, a mi parecer es el más completo y menos fresa de entre sus tres intervenciones cinematográficas. Además de evidenciar con varias de sus canciones la cima creativa en que se encontraba el grupo, puedo hacer mención honorifica para I am the Walrus, tanto por lo excelso de su construcción como por la pasada de lanza que se aventó Lennon al componerla a base de puras rimas incoherentes como burla después de enterarse que un profesor analizaba con sus alumnos “el significado” de las letras de sus canciones.
Por: Mr Macoy